LA IGNORANCIA ES LA MADRE DE LAS DESGRACIAS.


ESTIGMA
UN THRILLER ANTICLERICAL QUE QUIERE CREER
Por Guido J. Paul


 
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ESTIGMA


Estigma (Stigmata, EE.UU. 1999) Dirección: Rupert Wainwright. Guión: Tom Lazarus & Rick Ramage. Producción: Frank Mancuso, Jr. Fotografía: Jeffrey Kimball. Música: Billy Corgan. Con: Patricia Arquette, Gabriel Byrne, Jonathan Pryce, Nia Long. Duración: 102 minutos.

En la línea de los films que invadieron la fiebre del final de milenio, Estigma posee la curiosa virtud de desarrollar una historia que aborda los problemas humanos inherentes al fenómeno religioso al tiempo que denuncia los intereses terrenales de los vigilantes de la interpretación correcta de la fe, en este caso la del Vaticano, cuya cúpula es presentada poco menos que como un clan mafioso.

Frankie Paige (Patricia Arquette) es una joven estilista de Pittsburgh quien -tras recibir un rosario enviado por su madre desde el Brasil- entra en un éxtasis donde siente que el mundo se le da vuelta. Poseída por una fuerza extraña, descubre cicatrices en su cuerpo; acto seguido, espasmos de dolor le revelarán que posee los estigmas de la crucifixión (en manos, pies, cabeza, espalda y costado).

El director, Rupert Wainwright, cuenta, en clave de thriller sobrenatural, la relación entre Frankie y Andrew Kiernan (Gabriel Byrne), un científico -hoy sacerdote- quien se ha convertido en un refutador de milagros para el Vaticano; es decir, en un Fox Mulder que continuará con la investigación pese a que sus jefes (aquí el FBI es reemplazado por la cúpula eclesiástica) lo relevan del caso. Si en X-Files Dana Scully era escéptica y teista (se recordarán sus crucifijos permanentes a lo Lilita Carrió) y Mulder un agnóstico que a la vez se presenta como un incombustible creyente en lo paranormal y en conspiraciones gubernamentales, Kiernan es un científico que está librando una abierta batalla interna con su manera de entender la fe, entre cuyos adversarios tropieza, sobre todo, con el clero.

Estigma desliza críticas a la Iglesia (la cual aparece como responsable de todos los males de este mundo) y reivindica a la religión, que en este caso envía a través de una portavoz escéptica (Frankie sólo quiere curarse) de un mensaje en arameo que pretende renovar el mandato originales de la doctrina de Jesucristo.

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Esta página ha sido actualizada el 27 Junio, 2003